Ser mujer y ostentar algún cargo de poder dentro de la Casa Real inglesa parece ser que se está convirtiendo en una aventura de riesgo. Son -y han sido- momentos muy complicados los que le han tocado vivir tanto a Lady Di como Meghan Markle y Kate Middleton, quienes, por la presión sentida, decidieron apartarse a un segundo plano. Así le está sucediendo a la mujer del príncipe Guillermo, quien, desde que se conociera su operación del pasado mes de enero, ha ocupado un papel totalmente discreto y reservado y su paradero y estado físico es totalmente desconocido. Algo que también pasó, por ejemplo, con la duquesa de Sussex, cuando decidió romper sus lazos con el palacio de Buckingham.
Sin duda alguna, quien tuvo una vida más tormentosa fue Lady Di, que, agobiada por la presión, tanto de la prensa como de su propio matrimonio, decidió refugiarse muy lejos de Windsor. Intentó rehacer su vida, de la mano de otro hombre, pero no pudo llegar ni a comenzarla. Quien, en ese aspecto sí ha tenido más suerte ha sido Meghan. La actriz le costó encajar en su vida en la Familia Real inglesa y nunca ha escondido nunca su incomodidad frente a las cámaras. Un extremo que se lo hizo saber a su marido y, juntos, decidieron poner rumbo a Estados Unidos para separarse de aquello que tanto daño le había hecho a su madre.
Lady Di y su complicada relación con el palacio de Buckingham
Tomando como ejemplo a Lady Di, Harry tenía claro que no quería volver a pasar por esos momentos de angustia, ansiedad y control que ya había vivido su progenitora, que tuvo una complicada vida dentro de los muros de Buckingham. La peor etapa de Diana Spencer comenzó cuando se dio cuenta que realmente no quería estar al lado de Carlos III, quien no había olvidado a su novia de la juventud, Camila Parker-Bowles, y con quien se reencontraba de vez en cuando. El deseo de Lady Di fue dejar todo atrás y llevarse a sus niños con ella, una promesa que finalmente no pudo cumplir, por lo que ella sola abandonó el Palacio y emprendió una nueva vida.
Esos momentos de crisis fueron ocultados a la sociedad por parte de la propia Isabel II que quiso que no se manchara la reputación de su hijo. Durante muchos años silenciada, por fin Diana rompió su silencio en una demoledora entrevista a la BBC, donde admitió los graves momentos que había pasado, en los que había pensado hasta quitarse la vida. Un testimonio que, también, coincide con el que dio Meghan Markle, una vez en tierras americanas, a Oprah Winfrey. La mujer del príncipe Harry explicó que sus años en la Casa Real británica habían sido especialmente complicados y, durante estos, había vivido distintas situaciones que le habían hecho replantearse si quería o no seguir viviendo.
Meghan Markle rompió con la Casa Real hace más de dos años
Nunca había encontrado su sitio en la Familia Real y mucho menos después de que su relación con Kate Middleton y Guillermo se volviera más tensa que nunca. Catalina siempre fue considerada como la princesa perfecta dentro de Buckingham. La joven se adaptó perfectamente a la vida de Palacio y, en estos últimos años, ha tenido una actitud modélica ante las cámaras. Toda esta apariencia comenzó a desvanecerse el pasado mes de enero cuando la Casa Real emitió un comunicado en el que confirmaban que Kate había sido operada de un problema abdominal.
A partir de ese momento, ni la propia Kate ni el Príncipe dieron más detalles sobre lo que le había llevado a ser intervenida. Tampoco se supo cuando se reincorporaría a sus funciones. En todo este tiempo, la princesa de Gales ha protagonizado distintas imágenes que han hecho que la sociedad comience a dudar y esté más intranquila que nunca. Esto se debe, fundamentalmente, a que en la primera instantánea que se hizo pública, Kate salía con unas grandes gafas que le cubría su rostro. Y en la siguiente, que vio la luz el pasado fin de semana, la propia Princesa admitió que había sido retocada por ella misma. Una serie de decisiones, tomadas por su equipo de comunicación, que no llegan a entenderse y que han hecho que se especule sobre su verdadero estado de salud.
Y Kate Middleton se enfrenta a una grave crisis de comunicación
De esta manera, la princesa de Gales ha pasado de tener un pasado y un presente totalmente intachable a enfrentarse a un futuro lleno de incógnitas. Una crisis de comunicación que, previsiblemente, será complicada de afrontar, sobre todo teniendo en cuenta que, las últimas decisiones que se han tomado, solamente han alimentado los rumores. Mientras tanto, Meghan, ya con su vínculo roto con la Familia Real y todas las obligaciones que involucra, vive una vida relajada y centrada en sus nuevos proyectos en Estados Unidos. Salir de Londres y emprender un nuevo camino en el país le vino como aire fresco a su vida.